Del sueño a la realidad


... Estaba soñando con ella. No recuerdo qué, pero era ella. De pronto sentí un dulce beso en mi mejilla y desperté de forma súbita.
Al intentar abrir mis ojos -que no tenían intención de acompañarme en tan complicada tarea a esas alturas de la mañana- lo primero que vi fue aquella dulce e inocente mirada acompañada de esa sonrisa infantil y espontánea que tanto me fascina. Era ella, pero esta vez contemplándome sin siquiera pestañear. Dentro de mi, me pregunté con una pequeña cuota de vergüenza hace cuánto estaba mirándome...

-Hola, amorcito ¿Cómo amaneció?- me dijo enérgicamente antes de que me pudiera incorporar del todo.
- ...Bien, mi amor - respondí sin que ella supiera el esfuerzo que me llevó hilar aquellas tres palabras con todo el sueño que sentía en ese instante.
- ¿Por qué no vienes a regalonear conmigo un ratito?- me dijo con un tono inmensamente tierno y amoroso; era imposible contestar negativamente.

De inmediato ella se fue a su habitación sin siquiera dejarme responder a tal pregunta. Confieso que quedé un poco desconcertado.
En ese mismo instante me levanté en cuanto pude y fui directo a sus brazos.

¿Sabías que besarte y abrazarte compulsivamente es la mejor manera volver a la realidad?
(L)!!!

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